La corrosión es una reacción química que representa el deterioro de un material; en ella intervienen 3 cosas; el material, el ambiente y el agua. Es muy común encontrar este fenómeno en nuestras herramientas de trabajo y se produce cuando están fabricadas en materiales ferrosos como el acero al carbono, entran en contacto con agentes corrosivos como agua salada, la humedad del ambiente, ácidos o productos químicos oxidantes.
Existen algunos materiales ferrosos que contienen aleaciones que protegen a las herramientas de la corrosión; como los aceros inoxidables o metales nobles como el aluminio, bronce, cobre, titanio o tungsteno.
Todas las herramientas son propensas a presentar corrosión, por ejemplo; los cinceles, cortafríos, martillos y hachas constantemente están expuestas a impacto y fricción por lo que la superficie siempre esta expuesta al aire y humedad. Las pinzas suelen padecer corrosión principalmente en su zona de corte y si usamos la pinza para corte de cables de tensión por mencionar un ejemplo, se puede provocar un arco voltaico que genere una corrosión rápida.
Para prevenir una corrosión en nuestras herramientas es importante cuidarlas; almacenarlas en una caja o maletín apropiado, evitar la humedad y limpiarlas regularmente.
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