Una de las herramientas indispensables en el campo de la electrónica es el cautín también conocido como soldador manual o eléctrico y soldador de lápiz. En realidad, es una herramienta muy sencilla; su sistema eléctrico permite el paso de energía eléctrica hasta llegar a un alambre de cobre que, al estar enrollado sobre una barra de metal genera calor lo que permite derretir el estaño o soldadura y poder unir componentes electrónicos.
Actualmente hay más modelos que el cautín de lápiz y podemos usar el que más se acomode al trabajo a realizar y, además del diseño, también varía la potencia que cada uno puede entregar. En la Figura 1 podemos ver los dos tipos de cautín más comunes.
Como mencionamos arriba, además del estilo la potencia que entrega cada cautín es diferente y por ello también la temperatura con la que calientan el estaño usado para soldar. Las presentaciones más comunes son 30, 45 y 60 W, pero podemos encontrar de mayor potencia y hasta de potencia regulable.
Para soldar adecuadamente se recomienda dejar calentar al cautín unos momentos antes de utilizarlo, la superficie en la que soldemos debe estar limpia así como los componentes.
Para comenzar, debemos calentar por unos segundos la placa a soldar; es muy importante que no sobrepasemos los 3-4 segundos (dependiendo la temperatura que tengamos en el cautín) o podríamos dañar la placa. Lo ideal es colocar el componente en la placa y con una mano tomar el estaño y con otra el cautín; la mayoría de las veces la placa no tiene una superficie plana si se te complica dejarla fija puedes apoyarte de una “tercera mano” como la de la Figura 2.
Y, para mayor precisión al colocar los componentes electrónicos a la placa puedes apoyarte de sondas o pinzas de precisión como las de la Figura 3, en INCOM podrás encontrar estas y más herramientas, así como la asesoría técnica para elegir la mejor. Te esperamos en la próxima entrada del blog.